sábado, 16 de marzo de 2013

Capillos III: Sombreros

Posiblemente sea el sombrero el capillo más usado en la historia de la humanidad. Como no podía ser menos se aplicó también a la guerra. De ellos analizaremos brevemente algunos de los tipos más conocidos de la panoplia histórica, sabiendo que hubo muchísimas variaciones locales en los cinco continentes. Sepa el lector que muchos de los "cascos" que pueden verse en libros de esta temática no son más que adaptaciones militares basadas en sombreros civiles. Afortunadamente ni las palabras ni las imágenes mienten, por eso considero que el asunto puede ser investigado racionalmente sin hacer demasiadas piruetas. Peores me las he visto.



"Sombrero" viene del latín umbra "sombra". Se aplicaría primero al de alas muy anchas, comparado a un parasol; sin embargo también significó "parasol". Es vocablo conocido desde al menos comienzos del s.XIII. Procedente del italiano cappello existe otra palabra antigua sinónima a sombrero en castellano: "capelo", que posteriormente derivó en chapelo y después chapeo. Aunque suene a perogrullo es dato capital aceptar que todos los sombreros tienen ala y dan sombra, incluso los que se usaban para la guerra...




Petaso: Era el sombrero típico de los campesinos de la Grecia antigua. Su uso está documentado tanto en el ámbito civil como en el militar. Para la guerra se fabricaban a veces de bronce con objeto de proporcionar mayor protección.




Gálea: Fue el sombrero militar propio de los romanos fabricado de metal o cuero duro, los gladiadores hicieron buen uso de él. Procedía del galerus llamado así porque se fabricaba con piel de marta. La gálea gladiatoria contaba con una búcula o visor que permitía cubrir el rostro.




Lejos de quedarse en la Antigua Roma, la gálea siguió usándose en la Europa occidental hasta el s.XIII, al menos en Francia e Inglaterra. Entre las tropas carolingias fue extremadamente frecuente. El guerrero de abajo a la izquierda lleva la típica gálea acompañada de brunia con mangas y espada.







Capelo de hierro: En multitud de documentos franceses y españoles medievales se habla de capels de fierro (capelet en Cataluña), chapels de fer, etc. Pues bien, no eran más que adaptaciones de sombreros locales fabricados con hierro para emplearlos en la guerra. Lo diré de otra manera: no había una forma similar para todos pues es de suponer que cada país y región tendrían su propio modelo de sombrero. Para identificarlos se debe observar con detalle (y algo de sentido común) aquella armadura de cabeza con ala incorporada. No olvidemos que "Capelo" es palabra genérica que incluye todo tipo de sombreros.




Capacete: Del catalán cabasset, derivado de "capacho", procedente del latín vulgar capaceum, derivado de capere "contener" y de su derivado capax "que tiene cabida". En otras palabras el capacete es un sombrero con forma de capacho.




Cestinia: Nombrada en la España del s.XI como parte de la panoplia de un soldado que carece de armadura para la cabeza. Debió ser similar al capacete. Muy posiblemente procedente del latín cista "cesta".






Kasa y Jingasa: El kasa es un sombrero tradicional en Japón. La palabra se traduce como "sombra" o "sombrilla", así que con todas las de la ley es un sombrero. Cuando se empleaba para la guerra tomaba el nombre de jingasa (literalmente "sombrero de guerra") y se fabricaba con hierro, cuero, o cobre.





Sombrero: La propia palabra "sombrero" también se empleó por parte de los militares. Así tenemos en la Crónica de Álvaro de Luna (s.XV): E luego el rey que estaba armado de todo arnés, demandó el armadura de la cabeza e diéronle un sombrero de azero... Hay también constancia del uso de sombreros de fieltro entre las tropas renacentistas, en una época en la que el vocablo "capelo" quedaba ya anticuado. Es de suponer que en los climas cálidos los soldados llevaran puestos sombreros civiles en sus travesías. 




Morrión: Tipo de sombrero metálico español que fue común entre los artilleros del Renacimiento debido a que la forma de su ala permitía amplia visibilidad.