jueves, 10 de enero de 2013

Capillos I: Capellinas

Dentro de la amplia familia de vestiduras para la cabeza o capillos, hay unas cuantas que está demostrado fueron adaptadas para usos castrenses. Las diferentes culturas y pueblos fueron propagando a medida que conquistaban (o eran conquistados) sus propios diseños a lugares lejanos de su entorno. Muchas veces debieron cambiar o adaptar sus propios capillos a condiciones climáticas que les eran desconocidas. Por ello, la riqueza en cuanto a variedad de estilos es realmente sorprendente.


La capellina es una clase de capucho que usaban los rústicos para defenderse del agua y el frio. Procede del latín cappella, diminutivo de cappa, capa. Obviamente no todas las capellinas eran exactamente iguales en las diversas naciones, sin embargo los campesinos la usaban para lo mismo. Abajo monje con capucho puesto.


A diferencia del almófar o capellar, la capellina parece haber cubierto exclusivamente la cabeza en base a los datos que se poseen.  No sabemos como eran exactamente ni con qué material se fabricaban, sin embargo es gracias a los dibujos de época medieval por los que podemos hacernos una idea de la forma que tenían. Podemos incluir las capellinas y capuchos dentro de la familia de las "capillas", palabra que se usaba antaño para designar a lo que hoy llamamos "capucha". Abajo capellina de hierro española de finales del s.XIV.



La palabra aparece en tierras hispanas a comienzos del s.XIII y no deja de emplearse hasta el XVII. Dado el alto número textos que lo nombran debió ser extraordinariamente frecuente en España. También se llamó Capeillina y capelina. Estoy convencido que la mayoría de las capellinas usadas en combate por el populacho eran civiles, seguramente hechas de cuero o tela. En Amadís de Gaula (comienzos s.XVI) la capellina es arma de villanos, lo cual ratifica que era una prenda típica entre los campesinos. Los "capellinas" eran soldados de caballería así llamados porque usaban esta clase de capillo. A continuación seleccionaré aquellos textos medievales que aportan información adicional sobre este arma defensiva.



Valladolid 1255: Et por açecalar e alupiar una capellina, quince dineros.



En la gran conquista de Ultramar (1295): E capellina de fierro traia muy buena é muy bien acecalada. Los árabes usaron capellinas delgadas y cubiertas de un muy rico paño de seda.



Inventario de 1308 para defensa de un castillo: capellinas de madera.



En las Cortes de Valladolid de 1385: o capellina con su gorguera. Todos los homes que hobieren cuantía de tres mil maravedís o dende arriba, que tenga cada uno lanza e dardo e escudo e fojas e cota e vacinete de fierro sin camal o capellina e espada e estoque o cuchillo cumplido. Todos los que hobieren cuantía de dos mil maravedís o dende arriba fasta en cuantía de tres mil maravedís, que tenga cada uno lanza e espada e estoque o cuchillo complido o vacinete o capellina et escudo.


Romancero de Sepúlveda 1551: Don Garcí Pérez se armó de sus armas se avia armado que traya su escudero pusolo junto a su lado: la capellina se enlaza la cofia se le ha quitado: en el suelo se le cayó que en ello no habían mirado.



Durante la expulsión de los moriscos valencianos realizada por Felipe III en 1609 se requisaron multitud de armas, entre ellas había dos capellinas. Desde el s.XIV muchas capellinas fueron equipadas con un visor, en España se llamó "capellina celada".  Abajo vemos un par de ellas.








domingo, 6 de enero de 2013

Lorigas de lienzo

El lienzo es una tela que se fabrica de lino, cáñamo o algodón. Sin duda las lorigas de lienzo deben ser una de las armaduras más antiguas de la humanidad, la acumulación de telas o cuerdas como modo de protección se ha dado en todas las partes del mundo desde tiempo inmemorial, no solo por la fácil disponibilidad del material sino por su eficacia.  El lienzo era un indumentaria, esto es, que se llevaba siempre por debajo de cualquier armadura o vestimenta. Todas las lorigas tienen en común que cubren el cuerpo y carecen de correas para sujetarse.  



Desde principios del s.V a.C. era ya conocido entre los griegos el linothorax (coselete de lino), el cual estaba constituido por láminas de lino encoladas entre sí y endurecidas mediante inmersión en vinagre y sal. A veces se reforzaban con escamas de bronce. Algunos de estos coseletes tendrían probablemente placas rectangulares metálicas emparedadas entre láminas de lino. Es posible que el linothorax fuera la lorica lintea (loriga de lienzo) nombrada por Suetonio, Livio y Arriano.


Con el tiempo nuestros antepasados cayeron en la cuenta de que si le cosían encima anillos de hierro entrelazados ensartados con alambre formaba una defensa más firme. Según algunos autores latinos, tan brillante idea la copiaron los romanos de los celtas hacia el s.IV a.C. Las lorigas con mallas de anillos de hierro fueron las más comunes a lo largo de la historia, quizá debido a su buena proporción entre peso y protección.


No debemos dejarnos llevar por el lenguaje de los poetas (lorica hamata) para definirlas, pues este refleja solamente el aspecto externo de la armadura (loriga de anillos) y no el nombre real con que se conocía, que no era otro que "loriga terliz". Era aquella constituída por una tela fuerte de lino o algodón, por lo común de rayas o cuadros y tejida con tres lizos. Esta tela se llamaba terliz y se sabe que en el ejército romano se usaban prendas fabricadas con trilicis. En cuanto a las lorigas de este tipo se hace evidente que la malla elegida eran anillos metálicos, tal como comenta Virgilio (s. I a.C):



Loricam consertam hamis auroque trilicem (Loriga encandenada de anillos de oro terlices).



Ya en época medieval tenemos en Francia la broigne treslie (brunia terliz) o su versión latina thoraca et trillicem. En España no nos quedamos al margen: Vestía una loriga de acero colado terliz é bien tezida. De nuevo se enfatiza el uso de tejidos para su fabricación. A tenor de los datos existentes, parece que la maille treslie sobrevivió en Europa hasta mediados del s.XV.


Otra vestidura militar empleada por las tropas romanas fue el bilex, que era similar al terliz pero tejido con dos lizos. Esta palabra latina designaba también algún tipo de malla. En la Edad Media tenemos un tipo de loriga llamada "bileo" tejida con cuerda de cáñamo. Sospecho que la medieval "malla doble" se refería en realidad a la malla bilex que conocían los romanos. No solo por etimología (bi-dos) sino porque ambas debieron ser cubiertas por malla de anillos de hierro. La base era lino o algodón después de todo.


A veces se nombra como "malla de anillos dobles". Otras como "malla doble" para resistir las flechas perforadoras de armadura de los mongoles. En algunos inventarios franceses se menciona haubert a maille double y haubert clavey de double maille. En España se nombra para el "cotón doble", especie de jubón grueso de algodón forrado con malla de anillos de hierro. Es de imaginar que este tipo de malla empleaba anillos más pequeños que el terliz para conseguir una defensa más tupida ante los proyectiles.


Por último, hay constancia de que la camisa formaba parte del equipo militar romano, estas prendas se fabricaban ordinariamente de lino. En la Edad Media es nombrada en el occidente europeo la camissan ferream, seguramente una camisa reforzada con anillos de hierro. En las Partidas (s.XIII) se denomina "camisote" a la loriga de mangas largas. Las camisas de aquellos tiempos eran largas, en la vida civil se llevaban principalmente para dormir, no en vano San Isidoro afirmaba que camisa viene de cama.


Entre los errores más comunes, incluso entre autores de prestigio, que pueden encontrarse sobre estas lorigas se hallan los siguientes:



1-Llamar "cota de malla" a la loriga terliz: Tras más de 20 años de estudio de documentos medievales debo afirmar que jamás he visto una sola mención de "cotas de malla terliz", y dudo que existieran pues el cuero basto de la cota no es la superficie más adecuada para los anillos de hierro. Tampoco viene mal recordar que había diferentes tipos de malla (escamas, launas, etc.) y no únicamente la de anillos de hierro.



2-Llamar "malla triple" a la malla terliz: Algún cerebrito infame tradujo el francés "treslie" por "triple", de aquí viene seguramente la idea que se trate del triple de anillos requeridos con respecto a la malla antigua para unir un anillo con otro. Como puede comprobarse se ignora olímpicamente de nuevo la base textil de esta loriga, a partir de aquí pueden leerse disparates como: "la triple malla se usó exclusivamente entre los siglos XII-XIV", sin caer en la cuenta que los romanos ya conocían la loriga "triple" desde la Edad Antigua... No me cabe duda que el número de anillos y su tamaño fue variado dependiendo de las necesidades militares, pero de ahí a vincular el vocablo "terliz" con este asunto va un abismo.



3-Identificar la "malla doble" con el número de anillos del mismo modo que el caso anterior. También existe confusión entre los refuerzos de una armadura (llamados dobles, dobleces o dobladuras) con la "malla doble".

sábado, 5 de enero de 2013

El almófar

En buena parte de las armaduras analizadas en el blog puede comprobarse que su origen es civil. A menudo lo cotidiano llama menos la atención que lo militar, quizá sea esa la principal causa de desconocimiento acerca del mundo armamentístico antiguo. Pese a quien pese lo uno y lo otro son fundamentales para pisar terreno firme y evitar tambalearse entre conocimientos inseguros y apócrifos. Casi todos los que nos gustan estos temas sabemos que el almófar es una especie de capucha de malla que servía como complemento a la loriga y que a veces se colocaba bajo un casco. Intentaré llegar un poco más allá, rompiendo tópicos, a pesar de mis nulos conocimientos de lengua árabe.








"Almafre", "almófar" y "almofre" (portugués) y "almófar" o "almofre" (castellano) proceden del andalusí almágfar y éste a su vez del árabe al-migfar, nombre de instrumento de la raíz gafara, que significa "cubrir, recubrir". Primitivamente carecía de malla pues era una prenda de vestir, y se hacía de piel o tejido grueso de lana afelpada. En España lo emplearon tanto moros como cristianos entre los siglos XII y principios del XV. Desde la Baja Edad Media el vocablo "almófar" se empleó exclusivamente para designar al militar, de ahí que se equiparara con el cristiano "camal", acortamiento de capmail (literalmente "malla para la cabeza").







La arabista y especialista en trajes medievales Elena Pezzi realizó un profundo estudio sobre la capa, en él llegó a la conclusión de que en España se llamaba "capellar" -del latín capella, diminutivo de cappa "capa"- al andalusí "almófar", se trataba de una capa corta especialmente indicada para los días de lluvia. Además, en otros países musulmanes la gifara era también una prenda similar de la que había varios tipos de gran amplitud, lo demuestra la traducción que se suele dar como "capa" cubriendo, además de la cabeza, buena parte del cuerpo. A continuacion vemos lo que bien pudo ser un almófar civil.









Como toda capa la capucha del almófar quedaba colgando en la espalda cuando no se llevaba puesta. Huelga decir que la malla iba cosida o tachonada sobre la prenda, lo recalco porque por internet suelen verse "almófares" constituídos únicamente por malla de anillos que rozan la piel directamente. Tengan cuidado ahí fuera con los frikis y "expertos" de turno.







Para algunos autores formaba parte inseparable de la loriga, sin embargo los textos medievales no indican eso precisamente, de hecho los distinguen. Por ejemplo en el Fuero de Cáceres de Alfonso IX, de 1229:  



Si lo hiciere con loriga y almofar o lorigon con capellina sea solo con dos escusados: Al que lleve loriga con almófár una caballería; con lorigón y almofar o una capellina una caballería...







Mientras que en el Fuero de Usagre, otorgado por la Orden de Santiago y su Maestro D. Pelay Correa que ejerció el cargo entre 1242 y 1275:



Qui levare loriga o lorigon con capiello, de L cauallerias o dent arriba lieue so derecho; loriga con almófar o con capiello, 1 caualleria; ... lorigon sin capiello o sin almófar, media cauallería.



Por último las milicias concejiles sevillanas de los siglos XIII-XV citan a caballeros completamente armados de armas de fuste et de hierro: lorigas con almófar o cofia de malla.







Ciertamente el almófar iba sujeto a la loriga de algún modo, así en la Crónica del Cid: En guisa que le tajo el almofar de la loriga con una gran pieza del casco de la cabeza.



En ocasiones el almófar se reforzaba con otras protecciones (dobleces) para dar más protección: cofias, casquetes, etc. Así se comprueba en el "Libro de Alexandre" (s.XIII): estie una loriga de agero colado terliz e bien tegida, el almófar doblado. En la imagen de abajo vemos un ejemplo de almófar doblado con un capillejo oculto sobre la coronilla.






En muchos casos se puede comprobar que había una banda ceñida en el almófar con la función de sujetar el capillo.






Al parecer era común acorazar la cabeza de este modo cuando se llevaba un yelmo grande, probablemente para ajustar fírmemente la calva del yelmo al craneo.






Las clases menos pudientes solían llevar almófar sin malla a la guerra. Abajo vemos un peón equipado con capacete y almófar civil.






Otros autores han defendido de modo categórico que almófar es sinónimo de cofia. De nuevo comprobamos que nuestros antepasados discrepaban con toda claridad... En el "Poema de Fernán González": Capyello, e almofar e cofya de armar. Mientras que en "Lanzarote del Lago" (s.XV): E quando boores vio que no deçia cosa tirole la cofia de azero y el almofar.







La cofia de armar (la militar) era un complemento habitual bajo el almófar, como lo indican multitud de documentos. Su función principal era sujetar el pelo y al mismo tiempo ofrecer algo de protección adicional a la vulnerable testa. Solían hacerse de lino, ranzal, malla o acero.






Algunas ilustraciones muestran guerreros con simples cofias acompañadas en el mejor de los casos con un capillejo de hierro, como vemos en el peón de la derecha.







El yelmo o casco se sujetaba a la barbilla por medio de unas correas llamadas moncluras. Abajo vemos un yelmo con búcula (máscara) sujeto al almófar por medio de moncluras.






Debe tenerse especial cuidado de no confundir el almófar con la "ventalla" o alpartaz, que era una protección de malla que se sujetaba a la parte externa del yelmo o casco. Del mismo modo hay que diferenciar "camal" de "ventalla", pues camal es un almófar de mallas, o dicho de otro modo un capellar de malla.









El alpartaz fue extremadamente frecuente en los bacinetes del s.XIV, se unía a la loriga por medio de ataduras. En este caso era un largo gorjal de malla que cubría hasta los hombros.







El tamaño de la ventalla era variado dependiendo de la armadura, casco y apetencias del usuario. A veces tomaba forma de velo.





La malla más habitual del almófar estaba constituida de anillos de hierro, si bien en ocasiones se llevaban otros tipos diferentes. La etimología deja bien clara la relación estrecha entre el almófar y cualquier tejido o malla capaz de cubrir a modo de capa la cabeza. Dependiendo de la malla que se colocara encima, el almófar se fabricaba con el tejido o cuero conveniente.