domingo, 16 de septiembre de 2012

Aniversario

Queridos amigos:

Hoy se cumple un año desde que el presente blog comenzó a funcionar. Durante todo este tiempo ha sido un verdadero placer trabajar para que la comunidad hispanoparlante aficionada a estos temas tenga una visión verdadera sobre la evolución general del armamento antiguo, que nada tiene que ver con la imagen estática a que nos tienen acostumbrados. Espero que hayais disfrutado las entradas tanto como yo lo he hecho realizándolas. Hasta la fecha las más visitadas han sido "Báculos", "Ballestas primitivas" y "Azotes en el mar".


Mucho me temo que el futuro de "Armas y armaduras en España" estará limitado a la mejora de las entradas ya existentes, lo cual no es poco. Prácticamente he tratado sobre todas las armas que mi monumental base de datos histórica me permite. Seguir publicando entradas teniendo como base libros modernos es contrario al espíritu de este blog. Dedicarme a hablar de armas de otros países sería fácil para mi, pero esto se sale de España, con lo que no sería muy coherente. 


He hecho numerosas actualizaciones y correcciones de entradas antiguas, entre ellas están "Orígenes del hacha", "Lorigas", "Carcajes, aljabas y goldres", "Dardos", etc. Agradecería mucho que me facilitaseis links sobre textos medievales hispanos dedicados a armas, de este modo las entradas no se quedarán obsoletas. Vuestra implicación es esencial. Estais todos invitados a mi castillo para celebrar el aniversario de marras.


Las siguientes personas han colaborado en alguna/s de las entradas: Amo del castillo, Gilgamesh, Luis Barcelona, Germán Tranquilo, Miguel Angel, y algún que otro que no recuerdo en este momento. Todos ellos podrán disfrutar, aparte del almuerzo, de las bodegas del castillo por sus aportaciones desinteresadas.



¡Feliz fiesta!

El Tormenta

sábado, 15 de septiembre de 2012

Brazales y mangas

Brazales: "Brazo" viene del latín brachium, su raíz etimológica es mreghu- "corto". Se le llamó así por ser más corto que la pierna. En la Francia del s.XII las cueras iban a veces equipadas con brazales (brachieres). Los brazales ocupaban desde el hombro hasta la muñeca, se dividían en dos partes: avambrazo y guardabrazo.

La palabra "avambrazo" aparece tanto en Inglaterra (vambrace) como en España hacia el s.XIV y designaba originalmente la protección que cubría el antebrazo. Para muchos autores modernos el avambrazo cubre desde el hombro hasta la muñeca, pero esto se da de bofetadas con la realidad histórica. Por otro lado la parte del brazo que cubría desde el codo al hombro se llamaba guardabrazo (en Inglaterra rerebrace). El término, como veremos, no distingue entre protección flexible o rígida, tan solo se refiere a aquello que defiende el brazo. Los romanos empleaban guardabrazos de tiras de cuero (pteriges) o láminas articuladas.





Los guardabrazos de tiras continuaron usándose en el medievo por parte de los bizantinos.


En otras ocasiones se trataba de la malla que formaba parte del lorigón, como vemos en este caballero romano del s.IV d.C.  


La palabra "guardabrazo" está documentada en España desde 1250, como parte del equipo transportado por una galera:

5 Hombres guarnidos de hierro
4 Ballestas de estribera, otras cuatro de 2 pies.
1000 cuadrillos
50 lanzas
10 guardabrazos
10 escudos
10 Capillos de fierro.



Poco después, en las Partidas se hace referencia al guardabrazos equiparándolo con las mangas:

E el que llevase guardabrazos con perpunte e capillo de hierro, una caballería. E lorigón es dicho a aquél que llega la manga hasta el codo e no pasa más adelante hasta la mano; e camisote es el que llega la manga hasta la mano; e guardabrazo es el que tiene mangas.


Con la llegada del arnés de platas, los brazales eran protecciones complejas que se combinaban con malla, platas, cañones y codales, incluso a veces las hombreras iban unidas al guardabrazos.


En 1476:

Por otra parte, el hombre de armas debía llevar caballo, cubiertas, arnés cumplido y lanza; el jinete, caballo, coraza, falda, gocetes, quijotes, brazales, capacete, babera y lanza;

En 1495 se dice:

Los doscientos habían de ser hombres de armas con sus pajes y caballos encubertados, y todos armas blancas según pertenescia a hombres de armas y lanzas largas -caballería pesada-, y los trescientos a la gineta según acostumbraban armarse: a saber es con corazas, capacetes, babera, armaduras de brazo, faldas y quijotes.


A comienzos s.XVI:

Piqueros con coselete completo, celada borgoñota, gola, peto, espaldar, faldón, guardabrazos, hombreras, cañones, guardas y manoplas, además de la pica llevaban una espada recta de cazoleta y gavilanes.

Infante vestido con coselete completo, grebas, quijotes, cañones, brazales, guardas, celada completa de hierro batido, espada de 2 manos, lanza de ristre con manija y banderola.

Los infantes llevaban ródela, espada, dardo, celada, coselete con gorjal y brazales.

El equipo de los jinetes o caballos ligeros era: un caballo, coraza, capacete, barbera, quijote, faldas de mallas, guarnición entera de brazos, lanza, espada y puñal o daga.

Hacia 1570:

Cada caballero debe equiparse con una celada borgoñona, una gola, una coraza con su ristre, y escarcelas largas, brazales y guardabrazos, y guanteletes, y lanza de armas con su hierro de punta de diamante.


En dos documentos de 1590:  

Arnés, peto, espaldar, brazales, manoplas, lanza, espada ancha y daga.Un arnés blanco con sus platas, brazales, gola, celada, guardabrazos y mandiletes con faldones de tela de oro, sobre azul, espada y lanza.

Mangas: "Manga" viene del latín manica, propiamente "lo que cubre la mano". Esto me lleva a pensar que las primitivas mangas partían desde la mano, y no desde el hombro. Caso similar ocurrió con las calzas, palabra derivada de "calzado", pues originalmente cubrían solamente los pies. Así, con el el paso de los siglos la palabra"calzón" llegó a designar a las calzas que cubrían desde la cintura a las rodillas. Actualmente las mangas cortas se refieren a las que cubren desde el hombro hasta los codos. Es importante aclararlo. Debido a la articulada naturaleza de la mano, este tipo de protección ha designado siempre un tipo de defensa flexible (mallas o ropajes).

Entre los gladiadores romanos era frecuente el uso de una manica acolchada para el brazo derecho, que era el que solía estar desprotegido por el escudo.


El uso de mangas para la guerra la heredaron los bizantinos durante el medievo, los clibanarios (caballería pesada) solían cubrir su cuerpo con un clíbano al que iban sujetas unas manikia que cubrían desde el hombro a los codos. También emplearon cheiromanikas (quiromangas) para cubrir los brazos hasta la mano.


Los carolingios heredaron plenamente la cultura armamentística romana occidental, como no podía ser de otra manera usaron mangas para cubrir los brazos cuando llevaban sus brunias:

Bruniam I, helmum I et manicam unam ad ipsum opus.



En documentos nórdicos del siglo XIII se habla de “manipulos ferreos”. En el poema de Lanzarote (s.XV), se traduce del francés “manicle” el español "manipulos" o "mangas tiradas", y hacen referencia a la protección del antebrazo y mano para la loriga. Es probable que mangas tiradas haga referencia a mangas que al soltarse quedan colgadas o tiradas.





sábado, 18 de agosto de 2012

Mendigando manuscritos medievales


El trabajo realizado en este blog se basa en manuscritos medievales. Aunque mi base de datos es realmente gigantesca, todo tiene un límite. Cada vez cuesta más sacar conejos de la chistera a la hora de añadir nuevas entradas. Para evitar que me pille el toro estaré buscando por ahí documentos antiguos que sirvan para mejorar lo existente y poder seguir publicando material. Sería muy de agradecer que me indicáseis links en donde hayan textos medievales hispanos con referencia a armas, no me valen de mucho si no pueden ser fechados. Los clásicos ya los tengo, así que no perdais el tiempo buscándolos:

-Poema de Mio Cid
-Lanzarote del Lago
-Suero de Quiñones
-Poema de Fernán González

Seguramente alguno de los que me paseis ya los tenga yo, pero hay muchos otros que no. Me refiero a inventarios, fueros, arsenales, etc. Mi intención es seguir publicando siempre y cuando no se resienta la calidad de los trabajos, de lo contrario el espíritu del blog se corrompería de modo estúpido. Pase lo que pase, lo ya publicado es una excelente base de datos para los amantes de esta temática y los que quieran investigar por su cuenta. Seré sincero: La pervivencia de este blog depende en buen grado de vosotros.

Un saludo

El Tormenta

martes, 14 de agosto de 2012

Caballeros medievales

Aunque sea una verdad de perogrullo, conviene apuntar que un caballero era el guerrero que peleaba a caballo. El vocablo es genérico e incluye a todo tipo de caballería: ligera, media o pesada. Por extensión la palabra se ha empleado también para designar a los nobles, que eran los que podían permitirse el lujo de tener un caballo y mantenerlo. Debido a los camelos de las películas y los videojuegos existe la creencia popular de que cualquiera podía montarse en un caballo y partipar gloriosamente en una batalla.


No debe obviarse que el caballero real de la historia debía hacerse cargo de cuidar y alimentar al animal que lo transportaba, para ello debía tener unos conocimientos básicos sobre caballos:



1-Conocimiento general de los equinos: A la hora de adquirir una montura de guerra era esencial la raza del caballo, edad, así como su salud y fortaleza. Gracias a ello el caballero podía presentarse a una batalla con una montura digna, y llegado el caso de perderla adquirir otra adecuada.



2-Conocimiento de la dieta adecuada, higiene y bebida para la montura según el trabajo efectuado en unas condiciones climáticas determinadas, tanto en calidad como en cantidad.





3-Conocimientos médicos: Entre los problemas físicos más comunes entre los caballos se encuentran: trastornos digestivos, resfriados, enfermedades (gripe equina, tétanos, herpes), parásitos internos, lesiones, infecciones y enfermedades de la piel.





4-Compenetración entre caballo y caballero: El animal debe obedecer al dueño cuando éste lo requiera, para ello es fundamental una mezcla compensada de disciplina y buen trato. Un animal maltratado o mimado en exceso podría dejar en la estacada a su dueño en el peor momento de la batalla, lo cual puede llegar a ser mortal. Caballo y caballero deben ser un equipo que trabajan coordinados.



5-Dominar el arte de la equitación: Manejar un caballo no es una cuestión de fuerza bruta, sino de habilidad conseguida por medio de la práctica. Para lo cual se requiere una geografía física que facilite el proceso de aprendizaje y la práctica constante. No es casualidad que los mejores jinetes procedan de lugares con amplias llanuras. La caballería mongola medieval, probablemente la mejor de la historia, estaba constituida por nómadas que vivían literalmente montados a caballo desde su más tierna infancia. Esto les permitía sacar el máximo partido a sus animales: mayor velocidad de viaje, compenetración con su dueño, experiencia en combate, y otros factores aparentemente menores que se tradujeron en eficacia absoluta cuando se trataba de aniquilar al enemigo: la historia lo demuestra.



Una tropa de hombres montados podría cubrir 40 ó 50 km. en una jornada, si bien en algunas circunstancias (grupos reducidos, con equipamiento ligero y en trayectos de un solo día) podían llegar a los 70 km. Los peones recorrerían entre 25-30 km. diarios. Si iban bien cargados recorrerían entre 18-23 km/día o incluso entre 15-20 km/día. En un documento hispano de 1410 la hueste iba acompañada de "erveros" para la obtención de pastos y forraje. En el asedio de Almería (1329) se gastaba al día algo más de 1 kg de harina por persona y 1,35 litros de vino. En contraste, un caballo de guerra podía llegar a necesitar, para mantenerse en una adecuada disponibilidad de uso, unos 14 kg de heno o de pasto y otros cinco de avena o cebada, además de 35 litros de agua al día como mínimo. 


Las taridas eran barcos medievales de transporte capacitados para cargar máquinas de asedio aparte de caballos. Para entrenarse, los caballeros medievales participaban en justas, torneos, ejercicios ecuestres, cacerías, concursos de tiro de ballesta y alardes periódicos para ensayar la formación en grupo. En Castilla se llamaba "caballería a la guisa" a la caballería pesada (los hombres de armas o gendarma) y "caballería a la jineta" a la caballería ligera (los jinetes). Se denominaba "rocín de combate" al caballo de trabajo entrenado para las batallas, fue el más común en las guerras de la España medieval. En Cataluña desde el s.XIII llamaban a la caballería ligera "cavalls alforrats" y a la pesada "cavalls armats" o "bacinets". 



A medida que aumentaba el peso de la panoplia caballeresca, se mezclaron razas de caballos para conseguir una montura que tuviera valor, capacidad de carga y velocidad. Conocido como “destrier” desde el siglo VII, este caballo fue criado a partir de ejemplares selectos de raza bactriana o árabe mediante un intrincado y largo proceso, que en ocasiones duraba varios años. Al final se obtenía un caballo de 1,73 m. de altura, mientras que los típicos caballos medievales tenían una altura aproximada de 1,27 m. Tenían huesos fuertes y un lomo corto y robusto, podía transportar soldados pesadamente equipados. La palabra aparece en Inglaterra hacia 1300 y viene del francés destrier (s.XII), procede del latín dextrarius "manejado con la mano derecha". En España se llamó "caballo del diestro" como consta en documentos del s.XIV.



El estribo se introdujo en el Imperio Carolingio a finales del s.VIII., aunque no fue habitual en el ejército hasta el s.IX. En España el estribo se introdujo en el s.X, sin bien en el XI es cuando se hizo común. Mucho se ha debatido a favor y contra de la importancia del estribo en combate. Su importancia no debe rebajarse en absoluto: Desde la Alta Edad Media todos los ejércitos europeos fueron añadiéndolo a su caballería de modo paulatino, desapareciendo finalmente la monta sin estribo; por otro lado el uso del estribo permitió una forma de manejar el caballo en combate más cómoda y eficaz que difícilmente habrían adoptado todos los caballeros por puro capricho.



Monta a la brida: Consiste en la disposición extendida adoptada por las piernas del caballero. Esta postura puede ser debida, en el menor de los casos, a la ausencia de estribos, pero sobre todo, tiene su origen en la mayor longitud dada a las acciones. Con ello el caballero pierde movilidad sobre la silla, pero en cambio facilita su sujección siempre que utilice estribos, factores que hacen esta monta idónea para la caballería pesada. Sin ella no se hubiera tenido lugar la nueva y trascendente función otorgada a la lanza, entre cuyas consecuencias debemos señalar el perfeccionamiento de las sillas con arzones envolventes, o de los nuevos modelos de frenos reseñados, que constituyen un complemento imprescindible en este tipo de monta con fines bélicos. La silla empleada en este tipo de monta se llamaba "silla bridona".



Monta a la jineta: Es indispensable la utilización de los estribos, ya que se define por la escasa longitud dada a las acciones. Éstas obligan al jinete a llevar las piernas ligeramente dobladas, lo cual permite mayor movilidad sobre la silla y una monta mas ágil y veloz. Por ello las monturas utilizadas también serán rápidas, en consonancia con las posibilidades facilitadas por el sistema. Todo ello condiciona un equipamiento ligero para el jinete y un tipo de combate basado en la velocidad y movilidad como mejor arma, donde no tienen lugar las formaciones ni las cargas de la caballería pesada. Se denominaba "silla jineta" la empleada para este tipo de monta. Asimismo, la tornafuye se hacía con esta silla. La palabra "jinete" significaba originalmente: "caballero que monta a la jineta". Fueron los moros zenetas los que introdujeron este tipo de monta en España, así como las armas adecuadas para su uso: la lanza jineta y la espada zeneta.



Tanto en español, italiano, portugués como en inglés, la palabra "arnés" procede del francés "harnais". El corcel era un caballo ligero de mucha alzada, que servía para los torneos y batallas. Viene del francés coursier "correr", la palabra ya es conocida en Inglaterra hacia 1300 (courser). Francia fue pionera en el arte de la equitación. Sus conquistas desde el Imperio Carolingio no habrían sido posible sin una caballería competente, pues durante el periodo medieval la caballería era decisiva. Fue una superpotencia militar pionera en tecnología armamentística, y la prueba de ello es el innumerable número de palabras militares que tuvieron allí su origen. Abajo la caballería carolingia ataca a un grupo de vikingos a finales del s.IX (copyright Osprey publishing).


Abajo caballero carolingio equipado con gálea, clípeo, espada, brunia y lanza con cruceta.




viernes, 3 de agosto de 2012

Canilleras y grebas


Canilleras, espinilleras, cnemides, ocreas, bainbergas o grebas son el nombre que reciben en diferentes lenguas las protecciones específicas para la tibia y en ocasiones para la pierna entera. El significado etimologico para todas ellas es el mismo: tibia y pierna. Tenían en general un diseño muy parecido, aunque las peculiares canilleras griegas (cnemides) de los ss.VI-V a.C. eran semirígidas, más anatómicas, cubrían las rodillas, se colocaban como una pinza y se sujetaban por sí mismo a la pierna. Además de ser envolventes, protegían también los gemelos. Los samnitas usaron el mismo tipo.



Hay constancia del uso de canilleras en la antigua Iberia. En la costa levantina se han hallado algunas de bronce repujado datadas entre el 600-550 a. C., se ataban a la pierna por medio de correas sobre una base de fieltro para evitar roces. A partir del s.IV a.C, con la homogenización, generalización y simplificación de la panoplia, las canilleras metálicas desaparecieron, aunque por fuentes literarias (Estrabón y Diodoro) se sabe que existían grebas de fieltro o lana, que también se representan en las esculturas de guerreros galaicos ya muy tardías. Estrabón usa el término cnemides para las canilleras de los lusitanos y Diodoro cnemides de pelo para los celtíberos. Abajo diferentes tipos de canilleras antiguas (copyright Carlos Fernández del Castillo y Fernando Quesada). A: Tipo de anillas móviles fijadas con remache. Balcanes (ss.VIII-VII a.C.); B: Tipo semirígido griego (ss.VI-V a.C.); C: Tipo de canillera íbera (ss.VI-V a.C.); D: Reconstrucción de canillera metálica íbera con acolchado de fieltro (hacia 450 a.C). 



Entre mediados del s.XIII y comienzos del XIV se colocaban (en ocasiones) sobre las calzas delgadas espinilleras metálicas llamadas esquinelas (schynbalds en Inglaterra). En España las canilleras cubrieron únicamente la parte anterior de la pierna hasta la llegada de las grebas en el siglo XIV. Abajo espinilleras de la Biblia de Maciejowski (mediados s.XIII).


A menudo las canilleras se fabricaban con cuero hervido, material menos resistente que el metal pero más ligero de transportar. Abajo caballero italiano de 1289 con unas rodilleras, quijotes y canilleras de cuero endurecido.




"Greba" era el nombre para las canilleras en Francia, al estar más desarrollado el arnés de piernas allí que en otra parte, tanto la palabra como el arnés de piernas se exportó a los países vecinos. Sin embargo en España tanto canillera (ya atestiguada en 1255) como espinillera se siguieron usando con el mismo significado que greba en adelante. En Inglaterra se empleó los términos jamb o jamber y posteriormente greave. Algunas veces las espinilleras se hacían con hojas, a la manera de la coracina; abajo caballero del s.XIV equipado con arnés de fojas.


Los primitivos arneses de platas de comienzos del siglo XIV contaban con grebas que cubrían solamente la parte anterior de la pierna, estaban adaptados para llevarse con rodilleras y escarpes. Abajo guerrero de la primera mitad del s.XIV.


Si bien, pronto se les acopló unas piezas llamadas grebones para cubrir las pantorrillas, iban unidas a las grebas por medio de bisagras y correas. Abajo relieve de guerrero equipado con grebas, grebones y cangrejos para las rodilleras de finales del s.XIV



Inicialmente las rodilleras cubrían la parte frontal, pero dejaban la articulación de las corvas protegida solamente por malla flexible. A finales del s.XIV aparecen los primeros cangrejos de platas para cubrir estos huecos, aunque no fue hasta bien entrado el s.XV cuando se hicieron comunes. Abajo rodilleras con cangrejos de un arnés de piernas italiano de finales del s.XIV.


Para el siglo XV hay una mención de "canillotes", seguramente canilleras que cubren la pierna al completo, similar a las grebas con grebones. A pesar de estos avances,  muchos guerreros preferían perder protección en las corvas para ganar en movilidad, como podemos ver en el siguiente caballero de 1401.


Abajo dos caballeros ingleses de 1426 con arneses de piernas completos.




martes, 24 de julio de 2012

Varaescudos


Los varaescudos son piezas que cubren las articulaciones de los brazos. En Inglaterra se llamó besagew o besague.  Los más antiguos se sujetaban por medio de cordeles a la loriga, como se intuye en la imagen de abajo que muestra a un caballero francés de 1333.




Su origen se remonta a comienzos del s.XIV, cuando las primeros arneses de platas emergieron. Debido a causas de movilidad, tanto los codos como los sobacos quedaban un tanto desguarnecidos de platas, dejando estas zonas del cuerpo cubiertas solamente con malla.  Los varaescudos se sujetaban a la plata por medio de una arandela: los superiores a los extremos de las hombreras mientras que los inferiores al guardabrazos. Durante el siglo XIV se fabricaban con forma de escudetes redondos, como se ve en esta imagen inglesa de 1340.






Desde el s.XV esta tendencia cambió. Abajo efigie inglesa de 1430.



La siguiente imagen (año 1420) es procedente de la iglesia de South Kelsey, Lincolnshire. El caballero porta unos varaescudos bastante curiosos acompañados de unos primitivos cangrejos en los codos.


La costumbre de colocarse tarjetas (diminutivo de tarja) cubriendo las axilas en justas y torneos vino claramente influenciada por los varaescudos.  Estas tarjetas tenían volante para que la lanza del rival se desviase en caso de impacto en el transcurso de la liza. Ello puede apreciarse en esta otra imagen inglesa de 1420.



Los varaescudos fueron comúnmente empleados en todo tipo de justas. En las narradas en "Suero de Quiñones" (1434) hay algunos ejemplos, aquí llamados "varascudos":

Fue herido en el varascudo. Golpeó el varascudo del guardabrazo.Varascudo de la manopla. Varascudo encima del guardabrazo. Golpeó en el varascudo de enmedio de los tres que traía en el brazo izquierdo.

Para las justas se colocaban también varaescudos en las manoplas, sin duda para proteger la muñeca. En adelante, los varaescudos quedaron obsoletos al ser sustituídos paulatinamente por los cangrejos para el codo, la guarda de la manopla y hombreras grandes que se extendían cubriendo las axilas.



No obstante algunos diseños de armaduras tardías, influenciados por las modas o preferencias personales, requerían el uso de varaescudos.



domingo, 22 de julio de 2012

El piastron

Básicamente el piastron o placa es un sobrepeto que se amolda al pecho, zona especialmente vulnerable del cuerpo. En Inglaterra se usaron diferentes nombres: plackart, placcard, planckart o placcateera. La mención más antigua aparece en Francia en pleno s.XII bajo el nombre «plastron de fer» (piastron de hierro), sin embargo no es hasta el siglo XV cuando se hace frecuente. Debido al peso que añadía al combatiente fue mucho más común entre la caballería que la infantería. Inicialmente cubría la parte baja del peto del arnés de platas, pero más tarde (especialmente en las armaduras italianas) llegó a cubrir casi todo el peto. 








El origen del francés plastron es el italiano piastrone, aumentativo de piastra «peto» «placa metálica delgada» . Piastra es a su vez derivado de piaster «moneda antigua española». Esta moneda se llamaba «placa», originaria de los Países Bajos, que corrió en los demás dominios españoles y valía aproximadamente la cuarta parte de un real de plata vieja. Según Covarrubias era cuadrada y muy delgada, de ahí que se llamase de este modo. La raíz es peld-2 (llano, extender). Vocablo de origen griego que hace mención a abrirse, extenderse, plegarse, modelar. En español tenemos palabras que comparte esta raíz: emplasto, plaste (masa para llenar las endeduras de lo que se ha de pintar), plasta o plástico.






Dada su facilidad para modelarse, el piastron supo adaptarse perfectamente a las coracinas (fojas). En la Crónica de Álvaro de Luna (primera mitad siglo XV):




El guardabrazo izquierdo aunque era doble, é un piastrón que llevaba encima de unas fojas de Genova, é lo finó en la carne; pero la herida non fué mortal ni peligrosa.








Fue esencial y obligatoria en las justas tardomedievales, algunos de ellos tenían volante con objeto de desviar los impactos de la lanza de armas. De hecho, en la novela caballeresca Suero de Quiñones (1434) es mencionada en varias justas:




Golpeó tan reciamente enmedio del piastron, que se le falsó, y le tocó en el peto de las platas, desarmándole el piastron. Golpeó en el brazal derecho, cerca de la sangradera, lo hirió enmedio del piastron, y surtiendo de allí, salió al borde de las platas. Golpeó en el peto del piastron. Golpeó en una chapilla redonda de las dos, que tiene el perno, donde está el bolante del piastron en mitad del peto, y no prendió el fierro en ella, y así surtió, rayando hasta el borde de las platas de la parte derecha.




A medida que el arnés de platas se sofisticaba, se añadió otro piastron o placa para la espalda. El piastron iba atornillado a la coraza. En un inventario español de 1478: “tres pares de placas con sus baules”.








En la España de 1503 tenemos:




4.000 armaduras suizas con su piastron e guarnicíon de brazo izquierdo, y celada é barbote sin manopla.




A veces el piastron no parece tener una forma definida o lugar apropiado para llevarlo, así en un documento de los armeros de Markina (vascos) de 1505:




125 arneses hechos a la suiza con su cerbellera acerada, con su barbote y un piastron acerado con cada dos launas anchas que desciendan tanto como la delantera de un arnés y medio brahón y una goarda y medio cañón guarnecido con sus correas y estopas e ibiletas y los otros aparejos, que no le falte cosa alguna que se den a prueba de un puñal acerado y de un buril acerado, probándolo en todo lo delantero que es en el encuentro y en toda la cerbellera.








Como vimos, en ocasiones el piastron se llevaba por parejas blindando la coraza de platas (par de platas) en pecho y espalda. En España hacia 1512:




Otro baúl, dentro de él un faldaje y un piastrón con su respaldar (espaldar según el DRAE) y tres mandiletes y un brazalete y tres calzas fuertes más otra calza fuerte y otro mandilete. Un baúl con dos pares de platas y un faldaje con su bolante y un capacete redondo, un piastrón, dos armaduras de cabeza de punta. Otra arca pequeña y dentro de ella un piastrón y dos gorjales y una bufa y ciertas piezas y una alza de laonas.




Según dice una carta de Cisneros (comienzos s.XVI):




Acá hay necesidad de mil d coselletes (r) y xv mil plastrones, y es menester que se compren allá, y que sean muy buenos; y sobrello hablé con el camarero.


Entre finales del s.XVI y el XVII el piastron fue usado por los coraceros y otras caballerías pesadas, cubría casi por completo el peto como protección ante las armas de fuego. Abajo piastron de 1630: